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Stanley Kubrick nos habla de Dios y la existencia de Inteligencia extraterrestre (Parte 1 de 2)

Publicado: 2013-07-12
En base a entrevistas realizadas en los años 1968-1969 que analizan el mensaje transmitido en 2001: Odisea del espacio

Gran parte de la controversia que rodea 2001 tiene que ver con el significado de los símbolos metafísicos que abundan en la película: Los monolitos negros pulidos, la conjunción orbital de la tierra, luna y el sol en cada etapa de la intervención del monolito en el destino humano o la impresionante vorágine caleidoscópico final del tiempo y espacio que sumerge al astronauta superviviente y prepara el escenario para su renacimiento como "niño de las estrellas" que se dirige hacia la tierra en una placenta translúcida. Un crítico llegó a calificar 2001 como “La primera película Nietzscheniana", sosteniendo que su tema fundamental es el concepto de Nietzsche de la evolución del mono en hombre y después en superhombre. ¿Cuál era el mensaje metafísico de 2001?

SK: No se trata de un mensaje que intente transmitir con palabras. 2001 es una experiencia no verbal; en dos horas y 19 minutos de película, solo hay algo menos de 40 minutos de diálogo. Traté de crear una experiencia visual, que evitase la catalogación verbal y que penetrase directamente en el subconsciente con un contenido emocional y filosófico.  

Para parafrasear a McLuhan, en 2001 el mensaje es el medio. Pretendí que la película fuese una experiencia intensamente subjetiva que llegase al espectador a un nivel íntimo de su consciencia, como lo hace la música; “explicar" una sinfonía de Beethoven sería mutilarla levantando una barrera artificial entre la concepción y la apreciación. Uno es libre de especular como quiera sobre el significado filosófico y alegórico de la película - y esta especulación es un indicio de que esta ha conseguido captar el interés del público en un nivel profundo - Pero yo no quiero explicar con detalle un mapa verbal de 2001 que todos los espectadores se sientan obligados a seguir por miedo a no entender nada en absoluto. Creo que si 2001 consigue tener éxito, lo hace porque abarca a una amplia variedad de personas que no solían pensar en el destino del hombre, su papel en el cosmos y su relación con formas superiores de vida. Pero incluso para alguien muy inteligente, determinadas ideas reflejadas en 2001, presentadas como abstracciones, podrían parecer carentes de vida y se asignarían automáticamente a categorías intelectuales; sin embargo, experimentadas en un contexto visual y emocional conmovedor, es posible que resuenen en las fibras más profundas de su ser.

Sin trazar un mapa filosófico para el espectador, ¿Puede decirnos su propia interpretación del significado de la película?
SK: No, por los motivos que ya he dado. ¿Cuánto apreciaríamos "La Gioconda" hoy en día si Leonardo hubiese escrito al final del lienzo: “Esta mujer sonríe levemente porque tiene los dientes cariados" o “porque esconde un secreto a su amante"? Anularía la apreciación del que la observa y lo encadenaría a una “realidad" distinta a la suya. No quiero que esto ocurra con 2001.
Hablando de lo que se trata, si me permite volver a la interpretación filosófica de 2001, ¿Está de acuerdo con esos críticos que afirman que se trata de una película profundamente religiosa?

SK: Diré que el concepto de Dios está en el corazón de 2001, pero no cualquier imagen tradicional y antropomórfica de Dios. No creo en ninguna de las religiones monoteístas terrenales, pero sí creo que se puede crear una interesante definición científica de Dios, una vez que se acepta el hecho de que hay aproximadamente 100,000 billones de estrellas tan solo en nuestra galaxia, que cada estrella es un sol que da vida y que hay cerca de 100,000 billones de galaxias solo en el universo visible. Dado un planeta en una órbita estable, ni demasiado caliente ni demasiado frío, y dados unos cuantos miles de millones de años de posibles reacciones químicas creadas por la interacción de energía de un sol sobre los productos químicos de un planeta, es bastante probable que tarde o temprano surja una vida de una u otra forma. Resulta razonable asumir que, en realidad, debe haber innumerables miles de millones de estos planetas donde ha surgido vida biológica, y las probabilidades de que una parte de esta vida desarrolle inteligencia son elevadas. Ahora bien, el Sol no es, en absoluto, una estrella vieja, y sus planetas son simples niños en la edad cósmica. Por tanto, parece probable que haya miles de millones de planetas en el universo donde la vida inteligente se sitúe a un nivel inferior a la del hombre pero es probable que existan otros miles de millones en los que sea aproximadamente igual y otros donde estén cientos de miles de millones de años por delante de nosotros. Cuando se piensa en los colosales progresos tecnológicos realizados por el hombre en unos pocos milenios (seis mil años de civilización registrada), menos de un micro-segundo en la cronología del universo (un periodo que es menos de un solo grano de arena en el reloj de arena cósmica), ¿es posible imaginar el desarrollo evolutivo que formas de vida mucho más antiguas han llevado a cabo? Podrían haber progresado desde especias biológicas, que no son más que frágiles envoltorios del espíritu, hasta entes automáticos inmortales, y luego, tras innumerables millones de años, podrían haber emergido de la crisálida de la materia transformados en seres de pura energía y espíritu. Sus potencialidades serían ilimitadas y su inteligencia incomprensible para los humanos.

Piense en el tipo de vida que puede haber evolucionado en esos planetas a lo largo de los milenios, en un momento en que los antepasados evolutivos lejanos del hombre estaban arrastrándose fuera del fango, debe haber habido civilizaciones en el universo enviando sus naves espaciales para explorar los confines del cosmos y la conquistar todos los secretos de la naturaleza. Tales inteligencias cósmicas, estarían creciendo en el conocimiento a través de los eones, y estarían tan alejadas del hombre como lo está este de las hormigas.

Aun asumiendo el curso de la evolución cósmica que usted sugiere. ¿Que tiene esto que ver con la naturaleza de Dios?

SK: Todo, porque estos seres serian dioses para los miles de millones de razas menos avanzadas del universo, al igual que el hombre parecería un dios para una hormiga que fuera capaz de comprender la existencia del hombre. Poseerían los atributos idénticos de todas las deidades: omnisciencia y omnipotencia. Estas entidades podrían estar en comunicación telepática a través del cosmos y saber así todo lo que ocurre, interceptando cada mente inteligente con tanta facilidad como nosotros encendemos la radio; podrían no estar limitados por la velocidad de la luz y su presencia podría penetrar los confines del universo; podrían tener un completo dominio sobre la materia y la energía; y en su etapa evolutiva final, podrían convertirse en una conciencia inmortal colectiva integrada, arrojar la cáscara corporal por completo y existir como una consciencia incorpórea inmortal en todo el universo. Ellos serían incomprensibles para nosotros, excepto como dioses, y si un fragmento de su consciencia nunca rozo la mente de los hombres, la única explicación que podríamos dar es que nos había alcanzado la mano de Dios.

Una vez que comencemos a discutir estas posibilidades, te das cuenta que las implicaciones religiosas son inevitables, porque todos los atributos esenciales de tales inteligencias extraterrestres son los atributos que le damos a Dios. Lo que realmente estamos tratando aquí es, de hecho, una definición científica de Dios. ¿Cómo vería una hormiga el pie que aplasta su hormiguero? como la acción de otro ser en una escala evolutiva superior o como la divina y terrible intercesión de Dios.

Si estas criaturas existen, ¿Por qué deberían estar interesadas en el hombre?
SK: Tal vez no lo estén. Pero ¿por qué debería el hombre interesarse por los microbios? Los motivos de estos seres serían tan extraños para nosotros como su inteligencia.
En 2001, estas criaturas incorpóreas parecen manipular nuestros destinos y controlar nuestra evolución, aunque no queda claro si lo hacen para bien o para mal, o ambos o ninguna de estas opciones. ¿Realmente cree que es posible que el hombre sea un juguete cósmico de estas entidades?
SK: Yo no creo realmente nada sobre ellos, ¿de qué forma podría hacerlo? La mera especulación sobre la posibilidad de su existencia es suficientemente abrumadora, sin intentar descifrar sus motivos. El punto importante de esto es que todos los atributos típicos asignados a Dios en nuestra historia podrían ser igualmente las características de entidades biológicas que hace miles de millones de años atrás se encontraban en una etapa de desarrollo similar a la del hombre mismo y que evolucionaron en algo tan alejado del hombre como este lo está del todo primigenio del que surgió por primera vez.
En esta filogenia cósmica que usted ha descrito, ¿No es posible que pueda haber formas de vida inteligente a una escala aún mayor que estos entes de energía pura, tal vez tan alejados de estos como ellos lo están de nosotros?

SK: Por supuesto que sí; en un universo infinito y eterno, la cuestión es que cualquier cosa es posible, y es poco probable que podamos incluso empezar a arañar la superficie de toda la gama de posibilidades. Pero en un tiempo (1968) en el que el hombre se prepara para pisar la Luna, creo que es necesario abrir nuestras mentes prosaicas a esta especulación. Nadie sabe lo que nos espera en el universo. Creo que fue un prominente astrónomo el que escribió recientemente: “A veces creo que estamos solos, y a veces creo que no. En cualquier caso, la idea es bastante sorprendente".

CONTINUARA EN LA 2DA PARTE...

Investigación, recopilación y traducción: Manu.Aquino

Fuentes:

http://paulnahm.blogspot.com/

http://www.visual-memory.co.uk/

http://sindecencia.tumblr.com/


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CineXIII

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