Después de su debut con la película “Pasolinesca” y “La Comare secca”, cuyo guión fue elaborado con la colaboración de Pier Paolo Pasolini y Sergio Citti en 1962; el joven Bernardo Bertolucci, con tan solo 23 años, hizo su primera gran cinta llamada “Antes de la Revolución” (1964). 

La película, significativamente autobiográfica, relata la historia del enfrentamiento entre la pasión y la ideología del joven Fabrizio (Francesco Barilli), que mantiene una relación incestuosa con su tía Gina (Adriana Asti), una madura y elegante mujer que vive en Milán.

El peligroso enamoramiento que ambos sienten, es apartado por Gina que decide volver a su ciudad, dejando a Fabrizio en un estado de irremediable debilidad y tristeza. Al verse consumido de esta manera, el joven burgués toma la decisión de, con el corazón destrozado y más racional que nunca, renunciar a ella para cambiar de rumbo.

Con “Antes de la revolución”, Bertolucci nos regala una película de innumerables referencias literarias, desde “La cartuja de Parma” de Stendhal, donde el director moldea y desarrolla los personajes de Fabrizio, Gina y Clelia, hasta la poesía lírica de Pasolini declamada por el protagonista en la primera escena. Además son evocados Oscar Wilde, Proust, y hasta Pavese a través del personaje de Cesare.

El director también incluye incontables referencias y citas de sus propios horizontes cinematográficos como Rossellini, Renoir y Hawks.

La obra de Bertolucci parece haber caminado entre dos aguas durante toda su vida cinematográfica: entre las historias de amor claustrofóbicas y los frescos monumentales, entre las fábulas psicoanalíticas, entre el modelo David Lean y el modelo Wong Kar Wai. Investigando o adaptándose con sagacidad a los tiempos que corren; de ahí su ambigüedad, y de ahí la malvada fascinación que despierta su obra.

Trailer: https://www.youtube.com/watch?v=RtAphYxZibc

Fuente: http://www.rebeldemule.org/ / http://www.elcultural.es/