"El fantástico señor Fox" (Wes Anderson, 2009), es una película sobre la naturaleza humana, o más bien, sobre la lucha interna que ocurre en cada ser humano al lidiar con ese lado natural y libre que todos llevamos, y que debemos atemperar ante los compromisos propios de la vida adulta. El Señor Fox, casado y con un hijo a cuestas, es un antiguo ladronzuelo de gallinas que ahora se gana la vida escribiendo artículos para un periódico local. Pero la vida sedentaria (¿burguesa?) y el calor familiar del que disfruta este afortunado padre de familia no podrán aplacar su sed de aventura y emoción. Así que, por las noches, el señor Fox dejará la tranquilidad del hogar para emprender riesgosas misiones tratando de robar más y más gallinas, aunque esta vez no lo hará, como antes, por saciar su hambre, sino tal vez por algo más importante, la necesidad de romper la rutina. Para complicar aún más la vida del señor Fox, está su esposa, madre abnegada y buena, que trata de controlar a Fox y conducirlo por la senda del bien y de las buenas maneras, su hijo, un cachorro apocado y torpe a quien su padre no le presta mayor atención, y su sobrino, quien llega a vivir una temporada con los Fox y que posee todas las cualidades que don Fox quisiera para su descendencia: es hábil, intrépido y muy inteligente.

Su sed de emociones fuertes y su inacabable espíritu de aventura lo llevarán a él y a toda la comunidad de animales que anidan en el subsuelo, a un peligro inminente pues los constantes robos harán que los humanos se organicen y emprendan una voraz cacería contra ellos.

Dirigida por Wes Anderson, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que esta es su mejor película. Entre sus mayores atributos se encuentran la minuciosidad absoluta de las imágenes y la puesta en escena que enmarca de manera deliciosa una historia que tiene mucho de divertida y mucho de crítica sin por esto sacrificar el ritmo narrativo. Destacan además, en este largometraje de hora y veinte minutos, sus colores cálidos y sus escenarios cuidados hasta en el último detalle.

Pero la mayor virtud de esta película en el ámbito argumental, además de la reflexión ya dicha, sobre la vida adulta y la búsqueda de la libertad en la sociedad actual, es que haya logrado lo que los estudios Pixar no han conseguido con ninguna de sus películas, es decir, contar una historia en la que niños y adultos se diviertan por igual. Wes Anderson logra contarnos una historia en la que la reflexión y la crítica están amalgamadas perfectamente con el humor y la aventura, algo que Pixar no logra conciliar por tener la presión de asegurar el éxito en el público infantil, obligándose a elaborar verdaderas joyas cinematográficas sólo hasta la media hora de empezadas las historias, para luego limitarse a reunir gags y persecuciones cuya resoluciones son simplistas y apuradas.

Para el ojo entrenado, Wes Anderson nos tiene también reservados varios guiños y homenajes a Truffaut, Leone y Ennio Morricone entre tantos otros.

Estamos pues, ante una verdadera joya de la técnica artesanal del Stop Motion y del gusto por la imagen y la narración que no debemos dejar de ver, los niños se divertirán y los adultos, tal vez hasta logremos entender que a veces la felicidad consiste también en portarnos mal.

+Datos:

La película está basada en el libro "Superzorro" de Roald Dahl.

Película completa: http://www.dalealplay.com/videos/Fantastic-MrFox_339447