Francesca Woodman aparece y desaparece en sus fotografías casi con la misma fugacidad con que apareció y desapareció en su propia vida. Cuando tenía tan solo 13 años construyó la fantasía de enfatizar un mundo extraño y oculto y convertirlo en un arma de inmortalidad.  A tan corta edad ya había adoptado un estilo característico, casi siempre fotografiando en blanco y negro, con formato cuadrado, y dando prioridad a la iluminación para, a través de ella, conseguir centrar la atención sobre un sujeto principal.  

A los 17 años había ingresado a Rhode Island School of Design con un Programa de Honores que le permitía vivir durante un año en las instalaciones de la escuela en Palazzo Cenci en Roma. Allí se influenció con el surrealismo y el futurismo, tomando presencia desde ese momento en sus fotografías, así como la decadencia, representada en las paredes desnudas y los objetos antiguos que también comenzaron a poblar sus trabajos.

En 1979, se trasladó a New York para seguir su carrera de fotografía. Envió sus trabajos a los fotógrafos de moda, pero ninguno de ellos la tomó en cuenta.

Este fracaso se sumo a una ruptura sentimental, llevando a Woodman a una gran depresión. El 19 de enero de 1981, a los 22 años, Francesca Woodman se suicidó saltando por una ventana del Lower East Side de Manhattan.

Antes de suicidarse, en una carta a un amigo de la escuela, Sloan Rankin, escribía las siguientes palabras: “Mi vida en este punto es como un sedimento muy viejo en una taza de café y preferiría morir joven dejando varias realizaciones… en vez de ir borrando atropelladamente todas estas cosas delicadas…" 

Su trabajo fotográfico se sumo a su vida, creando una leyenda, teniendo el reconocimiento después de su muerte.

Otra de las actividades que realizaba era el trabajo con cámaras de video en blanco y negro. Prueba de ello es el documental "The Woodmans" ( 2010 ) del director Scott Willis.

En ese documental, Scott refleja no a una artista haciendo cosas de artista, sino a una mujer muy joven, sola en una casa desierta, mostrando con total fragilidad su desnudez, y también firme y decidida, apareciendo y desapareciendo, quedándose inerme delante de una cámara, ofreciéndose a ella pero también eludiéndola.

En el documental se ve también al padre de Francesca Woodman, que es pintor, y a la madre que es ceramista. A diferencia de su hija, detenida para siempre en esa primera juventud que ha fortalecido inevitablemente su leyenda, ellos se han hecho viejos; también a diferencia de Francesca, ninguno de los dos ha obtenido mucho reconocimiento. Al duelo sin alivio por la muerte de una hija de veintidós años se mezcla con "la locura del arte", la sinrazón de dedicarse obsesivamente a él, de concederle un valor tan desmedido que acaba dañando la propia vida.

Este documental se encuentra disponible en internet (subtitulado) para su entero disfrute: http://www.teledocumentales.com/los-woodmans/

Fuente: http://cultura.elpais.com/

+ Datos:

Algunas fotografías de Francesca Woodman: http://lamonomagazine.com/photo-francesca-woodman-works/#.U59zRPl5OVM

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